La natación es uno de los deportes más completos en cuanto a beneficios para el cuerpo, especialmente para la espalda.
Los ejercicios acuáticos pueden ayudar a fortalecer los músculos, aliviar el estrés y mejorar la postura.
En este artículo, te vamos a explicar los beneficios de la natación para la espalda, y te presentaremos 5 ejercicios de natación, específicos para fortalecer la espalda, que te ayudarán a mantener una buena salud y prevenir futuras lesiones.
¿Qué beneficios tiene la natación para la espalda?
Algunos de los beneficios de la natación para la espalda son los siguientes:
- Fortalecimiento de los músculos de la espalda: la natación fortalece los músculos de la espalda, en particular los músculos del tronco, los deltoides y los músculos de la espalda media y baja. Esto ayuda a mantener una buena postura y reduce el riesgo de lesiones y dolor de espalda.
- Mejora de la flexibilidad: los ejercicios de natación para fortalecer la espalda mejoran la flexibilidad de la columna vertebral y los músculos de la espalda. El agua proporciona un ambiente de baja gravedad que facilita el movimiento y estiramientos suaves sin impacto
- Alivio del estrés y relajación: la natación es una actividad que combina el movimiento del cuerpo con la respiración profunda y rítmica. Este tipo de respiración activa el sistema nervioso parasimpático, que está asociado con la relajación y el alivio del estrés. Nadar de manera regular puede ayudar a reducir la tensión y el estrés acumulado en la espalda y los músculos circundantes
- Estimulación cardiovascular: la natación es un ejercicio aeróbico que trabaja el corazón y los pulmones. Nadar de manera regular mejora la capacidad cardiovascular y fortalece el sistema cardiovascular en general. Esto ayuda a mantener una buena circulación sanguínea y a nutrir adecuadamente los músculos de la espalda.
- Prevención de lesiones: la natación es una actividad de bajo impacto, lo que significa que reduce la carga y el estrés en las articulaciones y la columna vertebral. Esto hace que sea un ejercicio ideal para personas con lesiones o dolores crónicos de espalda. Además, nadar ayuda a corregir los desequilibrios musculares y mejora la simetría en el cuerpo, lo que reduce el riesgo de lesiones y dolor de espalda a largo plazo.
Por todo ello, la natación está especialmente indicada para las personas con problemas de columna, como, por ejemplo, la escoliosis, hernias discales o sobrecargas por malas posturas.
Además, también es bueno para otras dolencias reumáticas, como la artritis, la artrosis o la osteoporosis, entre otras.
Ejercicios de natación para fortalecer la espalda
Los mejores ejercicios de natación para fortalecer la espalda son los siguientes:
Estilo libre
El estilo libre es uno de los estilos de natación más efectivos para fortalecer la espalda. Para hacer este ejercicio, nada con los brazos extendidos y las manos en forma de pala, visualizando cómo te impulsas a través del agua.
Mantén la cabeza en línea con el cuerpo y alterna los movimientos de los brazos y de las piernas de manera fluida.
Espalda
Los ejercicios de natación a espalda te ayudarán a fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la postura.
Extiende los brazos y las piernas horizontalmente y alterna el movimiento de las piernas en una patada de tijera. Mantén los hombros relajados y mira hacia arriba mientras nadas.
Puente acuático
Este ejercicio implica flotar boca arriba en el agua y hacer una forma de media luna con el cuerpo.
Coloca las manos en el agua a los lados del cuerpo y levanta las caderas mientras arqueas la espalda.
Crol con tabla
Agarra una tabla de natación y nada al estilo crol. La tabla de natación te ayuda a mantener la posición correcta del cuerpo y a fortalecer los músculos de la espalda.
Esta es una muy buena opción para las personas que necesitan más estabilidad dentro del agua.
Nadar con aletas
Utiliza aletas para nadar en el estilo que te resulte más cómodo. Las aletas añaden resistencia al agua y te ayudan a fortalecer los músculos de la espalda mientras nadas.
Recuerda realizar estos ejercicios de manera regular y escuchar a tu cuerpo. Si sientes dolor o molestias durante los ejercicios, detente y busca asesoramiento profesional.
Además, recuerda calentar antes de comenzar a nadar y estirar al finalizar para evitar lesiones.
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Revisado por: Ana M.ª Calero Ubieta, Farmacéutica Col. 21022
