Si eres deportista o entrenas muy a menudo sabrás que el calentamiento antes de practicar ejercicio es muy importante para evitar roturas y lesiones. No obstante, en ocasiones, durante un entrenamiento, lo que podría derivar en una rotura de fibras de gemelo.

¿Te ha ocurrido esto alguna vez o quieres saber un poco más sobre esta lesión? En este artículo encontrarás toda la información necesaria sobre las roturas fibrilares de gemelos: qué son, sus causas, síntomas y tratamiento.

 

¿Qué son las roturas fibrilares de gemelos?

Este tipo de roturas, también son conocidas como desgarros musculares, son  lesiones producidas en las fibras musculares, cuando las de uno o ambos gemelos se separan en algún punto. Esto puede ocurrir como resultado de una carga o estiramiento excesivo de la pierna y  que los propios músculos no pueden soportar. Son lesiones que suelen padecer aquellas personas que practican deporte frecuentemente, como fútbol, baloncesto, maratones, pádel, etc.

 

Síntomas de una rotura de fibras de gemelo

Los primeros síntomas de una rotura de fibras de gemelo suelen ser dolor intenso y punzante en la pantorrilla mientras se practica deporte. Muchos pacientes describen la sensación como si alguien les hubiera tirado una piedra es esa zona (de ahí que a esta lesión también se la conozca como el síndrome de la pedrada). No obstante, dichos síntomas pueden variar dependiendo del grado de gravedad de la rotura.

A continuación, aprovechamos para enumerarte algunos de los síntomas de rotura de fibras de gemelo:

  • Dolor intenso en la zona del gemelo.
  • Mareos, dolor de cabeza o cansancio producido por el dolor.
  • Inflamación o hinchazón de la zona.
  • Hematoma en alguna zona del gemelo.
  • Dificultad o incapacidad para ponerse de puntillas.
  • Dificultad para realizar algunas actividades o movimientos.

 

Causas de una rotura de fibras de gemelo

La principal causa de las roturas fibrilares de gemelos son los movimiento bruscos y muy precisos en deportes de impacto que se acentúa más en el caso de no haber realizado un calentamiento previo.

Así, podemos resumir las causas de rotura de fibras de gemelo de esta manera:

  • Movimientos bruscos y muy precisos en deportes de impacto.
  • No calentar o acondicionar la musculatura antes de practicar deporte.
  • Fatiga muscular
  • Falta de relajación muscular.
  • Sobrecargar el músculo haciendo ejercicio físico en exceso.

 

No obstante, existen varios factores de riesgo que también pueden provocar roturas fibrilares de gemelos, como, por ejemplo, el sedentarismo, las enfermedades del metabolismo como la diabetes, la mala circulación e incluso la mala nutrición.

rotura fibrilar gemelo

Tratamiento para una rotura de fibras de gemelo

Si sospechas que tienes una rotura de fibras de gemelo, es importante que acudas a un profesional para que realice un diagnóstico y te ayude con tu rehabilitación.

El tratamiento de rotura de fibras de gemelo dependerá del grado de gravedad de la rotura de cada paciente, pero siempre es importante hacer reposo y aplicar hielo en la zona afectada. De manera general, el tratamiento de esta patología suele dividirse en tres etapas para evitar que las musculatura se vuelva desgarrar, que es la complicación más habitual de este tipo de lesiones.

En la primera fase o fase inicial, se recomienda la ingesta de analgésicos, mantener reposo y aplicar hielo hasta la desaparición del dolor. Es importante destacar que en esta fase no es aconsejable iniciar la rehabilitación ni realizar masajes. Por otro lado, lo que sí se recomienda es el uso de medias compresivas o de un vendaje de gemelo para la rotura de fibras.

En la segunda fase o fase de movilidad y fuerza, una vez haya desaparecido el dolor, se procederán a realizar estiramientos suaves de la zona del gemelo y también algún que otro masaje en la misma zona con una crema para rotura de fibras de gemelo o una crema de calor para deportistas para tratar y prevenir las lesiones localizadas, como por ejemplo, BONFLEX® XTRA HOT Cream. Esta crema aportará calor a la zona para mejorar su recuperación, así como extractos naturales de plantas con acciones antiinflamatorias.

También se puede comenzar a hacer ejercicios suaves como  natación, elíptica o bicicleta para no perder la fuerza ni el volumen muscular.

Por último, en la fase 3 o fase de vuelta a la rutina deportiva, después de la desaparición completa del dolor y de haber realizado estiramientos y masajes en la zona,  se puede volver a la rutina deportiva poco a poco.

Aun así, es importante seguir realizando estiramientos de gemelos e iniciar actividades como saltos, carrera continua o cambios de ritmo. De esta manera se  asegura tener una vuelta a la rutina deportiva segura, sin contratiempos ni complicaciones.

 

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