A todos nos gusta estar en casa calentitos cuando el frío predomina las calles en la época invernal. Y es que, si ya de por sí a algunas personas les cuesta hacer deporte durante todo el año, en invierno se les hace más cuesta arriba.
No obstante, siempre quedan los fanáticos de los deportes de invierno que esperan todo el año con ansia para poder practicarlos. No es para menos, ya que realizar deportes de invierno tiene muchos beneficios para la salud.
Debemos mantenernos activos todo el año, pero también sabemos que en invierno cuesta un poco, por eso en este artículo, vamos a hablar de cómo pasar la temporada invernal manteniéndose activo y con buena salud practicando deporte.
Hay muchos deportes de invierno que podemos practicar, como, por ejemplo, los deportes de nieve, el snowboard y el esquí. Pero también podemos lanzarnos con el patinaje sobre hielo, o incluso el hockey sobre hielo.
Para los que les guste el senderismo o subir a las montañas, el alpinismo es la modalidad deportiva de montaña más antigua y cuando hay nieve se disfruta mucho más.
A continuación, vamos a explicarte brevemente en qué consiste cada deporte y los beneficios que tiene para nuestro organismo.
Beneficios de los deportes de invierno
Lo primero que debemos saber es que, cada uno de los deportes tiene sus propios beneficios, pero en conjunto, los deportes de invierno, al ir acompañados de frío, cuentan con beneficios para la salud que otros no tienen:
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Refuerza el sistema inmune: la exposición a las bajas temperaturas mientras se realiza una actividad física hace que nuestro organismo mejore su capacidad termorreguladora y se produce una mejora de la circulación.
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Mejora la respiración: practicar deporte en latitudes superiores a las habituales, implica respirar un aire más fino y tener menor presión, aspectos que favorecen a que los pulmones trabajen de forma distinta a la habitual ayudando a ganar una respiración más eficiente.
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Mejora nuestra forma física: el cuerpo debe mejorar su rendimiento en todos los aspectos para adaptarse a las bajas temperaturas. Mejora la capacidad cardiovascular, la capacidad cardiopulmonar y desarrolla los músculos.
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Se queman más calorías: con el frío, la temperatura corporal baja y nuestro organismo debe hacer un mayor esfuerzo para recuperar el calor, aumentando su actividad metabólica con el fin de que las células consuman más energía para transformarla en calor.
Snowboard
El snowboard nos otorga una mejor capacidad física y una mayor elasticidad, lo que nos previene de lesiones musculares. Además, ayuda a mejorar la circulación sanguínea que nos aporta beneficios para nuestra salud cardiovascular.
También nos proporciona propiocepción, el sentido por el cual somos conscientes de controlar la posición de nuestra musculatura. De esta manera, mantenemos el cuerpo en una posición correcta y nos sentiremos más ágiles y relajados.
Esquí
El esquí, en sus múltiples variantes, nos ayuda a prevenir enfermedades del corazón, ya que son actividades puramente aeróbicas. Practicar este deporte de nieve de forma habitual colabora a reducir el colesterol y es muy beneficioso para los pulmones.
Con su práctica se mejora el equilibrio, la resistencia, la agilidad y la capacidad de concentración.
Patinaje sobre hielo
El patinaje sobre hielo es un deporte que requiere de una gran fuerza muscular en el tren inferior, las piernas. Gracias a este deporte de invierno, se consiguen grandes beneficios en la musculatura de las extremidades inferiores (cuádriceps y glúteos).
Así como en las articulaciones de rodillas y tobillos. Es un deporte con mucha expresividad, por lo que mejoraremos nuestras cualidades anaeróbicas.
Hockey sobre hielo
Este deporte mejora la psicomotricidad, la coordinación y la concentración, ya que el puck nunca se toca con las manos ni los pies, solo es posible manejarlo a través del stick.
El hockey sobre hielo, además, mejora la agilidad y la fuerza. Físicamente fortalece los músculos de los brazos al manejar el stick, y también piernas y espalda. Gracias al patinaje mejoramos nuestro equilibrio.
Alpinismo
Son múltiples los beneficios que tiene el alpinismo. No solo desarrolla tu fuerza y resistencia, además entrena nuestros pulmones y nos enseña a tener paciencia, persistencia y gratitud.
Hacer alpinismo es ideal para combatir el estrés y la depresión. La escalada exige trabajar la mente y multiplica el desarrollo funcional de la fuerza, la composición corporal y a mejorar el equilibrio.
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Revisado por: Ana Mª Calero Ubieta, Farmacéutica Col. 21022
